INTRODUCCIÓN
Invertir es una parte fundamental para construir el futuro que queremos.
Si bien el dinero no proporciona felicidad, sí podemos afirmar que nos brinda la capacidad de elegir. Elegir si continuar en un trabajo que no nos llena, elegir si terminar una relación que no es saludable, elegir cómo invertir nuestro tiempo libre, elegir en su significado más amplio.
Debido a la inflación, el dinero no invertido pierde valor año tras año. Se puede calcular aproximadamente que el capital en una cuenta corriente pierde 2-3% de su valor cada año que pasa.
Por lo contrario el dinero bien invertido puede crecer junto con el valor del mercado, que desde su creación hace más de 400 año ha crecido una media de 7% al año.
A esto se le suma el interés compuesto (te lo explicamos más adelante).
Mitigar la brecha de género.
La desigualdad económica es un síntoma de un problema global que afecta a las mujeres en todo el mundo. De hecho solo el 20% de las personas que invierten son mujeres.
La educación es clave para luchar contra esas desigualdades y mitigar la brecha de género. No se trata del dinero en sí, pero el dinero es elección, poder, libertad y tiempo para disfrutar. Se trata de tener el control de nuestras vidas.
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